El coleccionismo de ATMs en España
Hace años que se habla de la decadencia de la filatelia, de la caída de un coleccionismo que, visto desde fuera, en muchos casos se asocia a una afición anclada en el pasado y, por tanto, muy poco atractiva para las nuevas generaciones. Lejos de esto, la filatelia –entendida en su concepto más amplio y genérico-, ofrece posibilidades ilimitadas de estudio y coleccionismo, y algunas tan actuales, en constante evolución y ligadas a las nuevas tecnologías, como pueden ser los sellos de valor variable.
Pero, ¿qué son los sellos de valor variable?
Como su nombre indica, son sellos cuyo valor facial no es fijo, no ha sido preimpreso en fábrica junto con el diseño, sino que es el usuario quien decide el importe y lo imprime de acuerdo a sus necesidades de franqueo.
Al igual que los sellos ‘tradicionales’, los de valor variable incluyen el nombre del país y/o administración postal y el valor facial y, en algunos casos también información sobre la oficina de correos o equipo emisor, el peso y tipo de envío, la fecha y hora de emisión, diferentes códigos de control, etc. Estos signos de franqueo pueden ser emitidos por un empleado de correos a través de un sistema informático, o directamente por el cliente en quioscos postales de autoservicio. De acuerdo a sus características de emisión, el sello resultante puede ser para uso inmediato, o bien tener una validez ilimitada, como cualquier otro sello ‘tradicional’; Estos últimos son los que conocemos como ATMs.
Estos sellos se emiten a partir de hojas o rollos de etiquetas engomadas o autoadhesivas, en blanco o con un diseño preimpreso que actúa como fondo de seguridad. Por tanto, a partir de un mismo soporte o etiqueta se pueden imprimir sellos con diferentes valores faciales.
Habitualmente, en todo el mundo, este tipo de sellos han estado mucho más asociados a procesos postales que filatélicos, y en muchas ocasiones han quedado al margen de la oferta comercial de los servicios filatélicos. De este modo, son emisiones que muy raramente aparecen en publicaciones o catálogos filatélicos generalistas, por tanto son desconocidas por muchos coleccionistas y sólo estudiadas por grupos especializados.
Por sus grandes ventajas, la mayoría de administraciones postales en todo el mundo han experimentado, utilizado y desarrollado diferentes tipos de equipos y signos de franqueo de valor variable; la utilización de equipos capaces de pesar, tarifar y emitir automáticamente el sello correspondiente agiliza y simplifica notablemente los procesos contables y de servicio al cliente en las oficinas de correos, y evita la acumulación de valores en forma de sellos ‘tradicionales’.
Este tipo de sellos (llamados erróneamente ‘etiquetas postales’, ‘etiquetas ATM’ o simplemente ‘etiquetas’) fueron introducidos en España hacia finales de los años ’70 del siglo pasado, emitidos con máquinas franqueadoras Frama. A principios de los años ’80 se instalaron los primeros equipos Epelsa, pero fue sobretodo a partir de 1992 que se comenzaron a equipar la mayoría de oficinas de Correos con balanzas franqueadoras Epelsa y, en menor medida, Mobba. A lo largo de los años, la empresa Epelsa fabricó varios modelos de balanzas, que dieron lugar a diferentes variantes de sellos de valor variable.
Siguiendo con las experiencias de otros países, también en España, a finales de los años ’80 y principios de los ’90, se instalaron distribuidores automáticos de las empresas Frama y Klüssendorf, seguidos por diferentes prototipos de quioscos postales. A partir de 2003, Correos instaló 250 autoservicios Epelsa LF. En todos estos equipos de autoservicio, el usuario podía seleccionar un valor facial, efectuar el pago, y el expendedor emitía en el acto el sello de valor variable adecuado a sus necesidades de franqueo.
Mucho más reciente, en la Feria Nacional del Sello 2016, el servicio filatélico de Correos puso en servicio un nuevo quiosco postal de la empresa británica IAR (Intelligent AR) -imagen derecha y vídeo inferior-, complementado al año siguiente con un sistema informático especial, equipado con impresoras Brother.
Los sellos de valor variable, en sus múltiples variantes, son uno de los campos en la historia postal y filatélica moderna que más novedades aporta y con mayor proyección de futuro, pero también uno de los más desconocidos. En muchos países, mientras que las emisiones de filatelia ‘tradicional’ han quedado relegadas al plano del coleccionismo, los sellos de valor variable han mantenido la esencia del concepto SELLO, y se utilizan de forma masiva en el franqueo. Esta situación ha permitido que en los últimos años muchos coleccionistas desencantados se hayan acercado a estas emisiones, y hayan visto renacer su pasión por la FILATELIA.
Josep Jové i Jové – Artículo publicado en la revista ‘Sellos y mucho más’ de Correos, junio de 2016. Revisado en diciembre de 2023
A continuación puedes ver un video realizado en abril de 2016, durante la presentación del nuevo quiosco Intelligent AR (IAR) de Correos en la Feria Nacional del Sello de Madrid.